¿Por qué se acumula en el ambiente?
Al interior de las casas, el CO se puede acumular por diversas razones:
Ventilación insuficiente.
Mal diseño de los ductos de ventilación o incorrecta instalación de los artefactos.
Mal estado de funcionamiento de artefactos o instalaciones.
Inadecuada ubicación o utilización de artefactos.
Cualquiera de estos factores puede resultar fatal, ya sea actuando por sí solo o en conjunto con alguno de los demás. Cuando la presión atmosférica en el interior es menor que la presión exterior, y se ponen en funcionamiento los diferentes aparatos, el aire interior utilizado por ellos en la combustión debe ser reemplazado por aire fresco, que está obligado a entrar desde afuera. Pero si las puertas y ventanas están cerradas herméticamente, el aire que entra lo hará a través de algún ducto de salida, y podría arrastrar de vuelta el monóxido de carbono, producto de la combustión. Así los gases resultantes de la combustión se devolverán a la casa.
¿Cuáles son los niveles de alarma y de peligro?
El monóxido de carbono es un gas muy traicionero por ser difícil de detectar a simple vista y puede ocasionar la muerte al ser inhalado aún en cantidades muy pequeñas. Su principal efecto es que altera la capacidad de la sangre para transportar oxígeno al organismo.
Una vez que penetra en el torrente sanguíneo, el organismo tarda entre 4 y 12 horas en eliminarlo. Cualquier persona o animal que se encuentre en un lugar contaminado debe considerarse en riesgo. El
efecto pernicioso dependerá de la concentración de CO en el aire, del tiempo de exposición-inhalación y de las características propias de cada persona (edad, estatura, peso, sexo, estado de salud en general). Se ven más afectados los niños, mascotas, bebés en el útero materno (aún cuando la madre no se vea afectada), personas con anemia o un historial de enfermedades cardíacas.
La concentración de monóxido de carbono en el ambiente no debe sobrepasar las 45 partes por millón (45 PPM)
¿Es igual un escape de gas que uno de monóxido de carbono?
Aunque no pocas veces las muertes por inhalación de monóxido de carbono se atribuyen a escapes de gas, es preciso aclarar que el gas natural (metano) no es tóxico.
Los síntomas de intoxicación van a depender de la concentración y rapidez con que se inhale el gas. La inhalación masiva y aguda de gas ciudad produce rápidamente la pérdida del conocimiento y parálisis respiratoria.
¿Cómo actuar en caso de sospecha de intoxicación con CO?
Si se presentan síntomas similares a los de intoxicación por baja concentración de CO y se descubre que disminuyen o se pasan al alejarse de la casa, y vuelven a aparecer al regresar a ella, es altamente conveniente visitar a un médico y realizar una medición cuidadosa de los niveles de CO en el ambiente. Averiguar si no es usted el único con síntomas similares en la casa. En casos más graves de intoxicación por CO al interior de una habitación, tener presente lo siguiente antes de intentar un rescate.
No tratar de entrar a rescatar a la persona de inmediato. Antes de hacerlo, protejer boca y nariz con un pañuelo. Sólo una vez preparado, arrastrarse por el suelo hasta llegar al afectado y moverlo hasta un sitio al aire libre.
El CO es más liviano que el aire, por eso se acumula en las zonas altas de una habitación. De ahí la conveniencia de arrastrase por el suelo.
Llamar a una ambulancia desde un teléfono ubicado en un lugar no contaminado, o trasladar a la persona a un Servicio de Urgencia.
Alejar a la persona afectada de la zona contaminada puede no ser suficiente para salvarle la vida. Aún cuando la víctima cobre la conciencia, necesita atención médica inmediata.
Si la persona está inconsciente, examinar si tiene pulso y respira.
Si no está respirando, comenzar con respiración boca a boca.
Si sigue sin pulso, realizar una reanimación cardiopulmonar.
Si se dispone de un tanque de oxígeno, proveer oxígeno con una máscara. Ésta debe estar sellada sobre la nariz y la boca de la víctima para impedir la entrada de otros gases.
Abrir puertas y ventanas.